La armonía y el equilibrio entre la forma y la función son esenciales para el mantenimiento de una condición fisiológica adecuada. Dolor cervical recurrente, prótesis que se parten con frecuencia, dolores de cabeza, dolor de espalda, trastornos del equilibrio, dolor de cuello y hombro, tratamientos oclusales que recidivan.
¿Alguna vez nos hemos preguntado si el problema era el enfoque del odontólogo, nuestro enfoque? ¿Nos hemos parado a pensar si detrás de ese fracaso había algo que pasamos por alto?
¿Sería lógico rehabilitar la oclusión de un paciente dentro de un sistema que le ha llevado a la destrucción?
¿Puede un problema postural llevarnos al fracaso de nuestra rehabilitación oral?
Tenemos en consulta gran porcentaje de pacientes doloridos disfuncionales con un cuadro asimétrico de síntomas y de signos clínicos: tensiones musculares, dolores, ruidos articulares, lesiones y/o pérdida de elementos dentarios más evidentes de un lado respecto al otro. A veces no conocemos lo suficiente el terreno donde colocamos nuestras grandes y precisas rehabilitaciones a las que le hemos dedicado tanto mimo y tiempo de estudio.
Tenemos tratamientos perfectos a nivel mecánico y estético, pero para el sistema postural hay un bloqueo porque esa nueva posición de dientes no se integra a nivel sensorioperceptivo.
¿por qué esto?
Porque la boca del paciente no fue evaluada en el contexto postural
El sistema estomatognático influye en el resto del cuerpo a través de diferentes mecanismos; también sabemos que alteraciones en otra parte del cuerpo, como por ejemplo una espina irritativa plantar, provocan variaciones en el sistema postural y, adaptaciones en el sistema estomatognático. Este hecho está demostrado en diferentes publicaciones científicas.
La evaluación de los pacientes desde un punto de vista global, y saber detectar esos signos de alerta antes de realizar un tratamiento dental irreversible como es una rehabilitación oclusal , puede ayudarnos a evitar fracasos, que por desgracia, son excesivamente frecuentes.
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